Después de rezar el Ángelus este domingo 10 de septiembre, el Santo Padre recordó la beatificación de la familia Ulma, en Markowa, Polonia. Asimismo, miró a los conflictos actuales en el mundo, en particular a la “atormentada Ucrania”, pidiendo que se oponga a la fuerza de las armas la de la caridad, a la retórica de la violencia la tenacidad de la oración. También expresó sus mejores deseos para el pueblo etíope que conmemora el Año Nuevo este martes 12 de septiembre.