Francisco renovó, al final de su 43º Viaje Apostólico a Mongolia, su paso por el lugar de culto que le es tan querido, para agradecer a la Virgen el éxito de su peregrinación al corazón de Asia.
Francisco renovó, al final de su 43º Viaje Apostólico a Mongolia, su paso por el lugar de culto que le es tan querido, para agradecer a la Virgen el éxito de su peregrinación al corazón de Asia.