Esta mongola de 70 años, a pesar de sus dificultades físicas, estuvo presente en todos los actos de Francisco durante el viaje. El 2 de septiembre, recibió al Pontífice en un ger, la tienda de los pastores, frente a la catedral de Ulán Bator: “Me bendijo, le di las gracias y le deseé un Año Nuevo Lunar con buena salud, un buen viaje y un buen trabajo al frente de la Iglesia”.