Unas trescientas toneladas de ayuda se esfuman: paquetes de comida, kits de higiene, ropa y generadores destruidos. Dice el director Vyacheslav Grynevych: “Todo lo demás se puede reconstruir, pero nuestras vidas son más importantes. Intentaremos reorganizar la logística humanitaria para Ucrania. Queremos continuar nuestro trabajo”