En su discurso de acción de gracias tras la Misa celebrada en el Steppe Arena de Ulán Bator, el Papa Francisco animó al querido pueblo mongol a avanzar con mansedumbre y sin miedo y a crecer juntos en la fraternidad. Recordó asimismo al sacerdote jesuita Pierre Teilhard de Chardin e invitó a rezar con sus palabras escritas en el desierto hace 100 años